Orientación por la UAM
Práctica (EC2) - 31 de enero de 2019
La orientación nos permite saber donde estamos, a donde vamos y elegir el mejor camino entre dos puntos. Gracias a la práctica realizada en el campus de la UAM he aprendido diferentes conceptos necesarios para saber orientarnos en cualquier punto. En primer lugar, el uso de un mapa con su escala, leyenda y anotaciones a tener en cuenta y los puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. Asimismo, he aprendido a utilizar una brújula, marcando lugares con coordenadas para que otra persona pueda acceder a ellos y buscando yo misma lugares con una brújula y las coordenadas.
Esta primera práctica es realmente útil, tanto para esta asignatura como para posibles salidas futuras. No solo podemos aplicar estos conocimientos a un ámbito personal y de ocio, sino que podemos realizar talleres, por ejemplo, en el ámbito de la docencia, para que los alumnos conozcan los puntos más importantes que deben utilizar para orientarse y poder hacer salidas sin miedo alguno, sabiendo que si se pierden, pueden utilizar sus conocimientos de orientación para poder encontrarse. Asimismo, podemos encontrar en la orientación una manera de fomentar el trabajo en equipo al tiempo que descubren la naturaleza.
Puede sonar contradictorio pero aprender a orientarse no es solo una oportunidad para encontrarse y saber llegar al lugar deseado, sino que también, puede permitirnos perdernos y establecer conexiones con la naturaleza fomentando el esfuerzo y la orientación a la vez que practicamos deporte, beneficioso para el organismo y su funcionamiento.
Si tenemos un grupo que no se conoce muy bien y no tiene la confianza suficiente, la orientación puede favorecer el desarrollo de la confianza y la seguridad entre ellos mediante las colaboraciones de todos utilizando un entorno cercano.
Los inconvenientes que destaco respecto a la orientación pueden ser que estas en estas prácticas o talleres en ocasiones dependemos de la meteorología influyendo en la realización o no de la actividad. Por ejemplo, en nuestro caso en clase, si algunos alumnos no iban lo suficientemente preparados pudo suponer para ellos un reto.
Por otro lado podemos adaptar esta actividad a diferentes personas, ya que con preparación, la orientación es una actividad apta para todo el mundo; simplemente debemos conocer el grupo y adaptar la dificultad dependiendo de los niveles. Desde recorridos más grandes a más pequeños, con guías de apoyo, indiviual o colectivo con grupos más grandes o más pequeños...
Por último, destacar que esta tarea de orientación para mi ha supuesto una experiencia satisfactoria que me ha hecho recordar conocimientos un tanto olvidados y aprender otros nuevos, practicando el trabajo en equipo y la cooperación.
Durante la práctica de orientación del 31 de enero de 2019 desarrollé diferentes emociones. Algunas de ellas son:
- ALEGRÍA
- CONFIANZA
- INTERÉS
Estas fueron producidas por la práctica de actividades lúdicas de orientación en el campus de la UAM. Me permitieron pasar más tiempo y compartir emociones con mis compañeros desarrollando una mayor confianza en ellos. Por otro lado, la orientación provocó en mi un nuevo interés. No sabía manejarme con una brújula y durante el taller aprendí. Asimismo, me gustaron las actividades planteadas, por tanto, estuve más motivada, activa y participativa durante la sesión.
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